Aprendiendo esperanza

Hace varios años atrás cuando yo estaba en la universidad recuerdo que en una clase de psicología estábamos aprendiendo el concepto sobre la actitud mental. Nos enseñaron sobre lo que es la esperanza y la desesperanza y recuerdo un experimento que llegó a una conclusión de que tanto la esperanza como la desesperanza se pueden aprender.  La esperanza u optimismo es la actitud que te hace esperar un mejor momento mientras estás viviendo un momento difícil. La esperanza pone la mirada en un mañana mejor en un futuro mejor y nos enseña a soportar o a sobrevivir el momento actual. 

En un experimento para ver si la desesperanza era algo que se podía aprender se encerró a unos perros en una jaula con un piso electrificado. El perro escuchaba una señal y luego en el piso se activaba la electricidad lo cual ocasionaba que el perro tratara de escapar de la jaula. Como era una jaula con techo ellos no podían saltar por encima ni podían irse por ninguna parte Así que cada vez que escuchaban el sonido sabían que venir el corrientazo. Al principio los perros trataban de escapar desesperadamente saltando, ladrando, aullando. Era un experimento muy cruel. Pero conforme se repetía la experiencia del sonido y luego el shock eléctrico los perros cada vez dejaban de luchar. Cada vez luchaban menos y en algunos momentos se defecaban, se orinaban y mostraban las señales del estrés y el dolor pero ya no intentaban escapar. Finalmente escuchaban el sonido y se preparaban para recibir el cantazo sin hacer esfuerzo por salvarse y evitar lo que venía. 

Se llegó entonces a la conclusión de que la desesperanza o la falta de optimismo es algo que se aprende. Este concepto ha sido aplicado la psicología para decirle a las personas que están pasando por la depresiones que ellos pueden hacer algo para mejorar su estado de ánimo. Tener esperanza es algo que ayuda a sobrellevar la depresión. La esperanza es algo que se puede aprender y aplicar. 

Un experimento llevado a cabo en la década de los 50 mostró que la esperanza es algo que puede darle más energía a las personas. En un experimento llevado a cabo con ratas de laboratorio se puso las ratas en un contenedor con agua para ver cuánto tiempo duraban nadando hasta ahogarse los científicos observaban que algunas ratas podían durar entre 5 a 6 minutos la que más duraban duraban unos 15 minutos. Se seleccionó a las ratas que más duraban nadando para la siguiente fase del experimento. Se volvió a colocar a las ratas en el contenedor y  cuando las ratas estaban a punto de ahogarse las rescataban. Luego de eso volvieron a poner las ratas en el contenedor a ver cuánto tiempo duraban e increíblemente creyendo que iban a durar 15 minutos se estaban preparando para rescatarlas pero las ratas duraron dos y hasta tres horas nadando. La conclusión a la que llegó el científico que dirigió el experimento es que lo que mantenía esta ratas vivas no era una adición de fuerza o un milagro sino el hecho de que sabían que como habían sido rescatadas antes esa esperanza de volver a ser rescatadas las mantenía a flote por lo tanto la esperanza es algo que da fuerzas para esperar. 

Hace varios años atrás leí un libro escrito por el psiquiatra Víctor Frankl titulado "El hombre en busca de sentido". En el libro Frankl comparte su experiencia cuando fue un prisionero de los nazis en un campo de concentración. Allí Frankl vio todo tipo de abusos  y vio como la gente moría lentamente de hambre y maltratos. Pero Frankl también observó otra cosa, los prisioneros que sobrevivieron tenían algo en común, tenían la esperanza de encontrar algo afuera. Algunos tenían la esperanza de terminar algún proyecto que tenían pendiente antes de ser encerrados. Otros tenían la esperanza de volver a ver a sus seres queridos. Esa esperanza los mantenía buscando maneras de sobrevivir para no dejarse morir en el campo de concentración. 

Víctor frankel resume en su libro que la capacidad del ser humano de escoger su actitud ante las circunstancias de la vida es su mayor  fortaleza. Frankl había visto como algunos presos a veces buscaban algo de humor dentro de las circunstancias. Recuerdo haber visto un documental en donde algunas mujeres narraban que para evitar que las mataran si las veía muy desnutridas ella se maquillaban en cierta manera usando su propia sangre para añadirle más color a sus caras y no verse tan pálidas. Todas las personas que sobrevivieron lo hicieron porque tenían una esperanza de salir de allí y hacían todo lo posible para mantenerse vivos. 

Uno de mis salmos favoritos en la Biblia es el Salmo 23 específicamente la parte que dice "aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo". Victor Frankl narra en su libro que también notó que las personas que tenían una creencia en Dios tendían a sobrevivir más que los que no tenían creencia alguna. La esperanza aprendida adquiere más fuerza cuando se deposita en alguien que es más poderoso que nosotros. Si yo deposito mi esperanza en volver a ver a una persona como hicieron algunos prisioneros del campamento de concentración esa esperanza puede depender de que esa otra persona esté viva o de que esa persona aún quiera verme lo cual es algo incierto. Si yo deposito mi esperanza en algo, sea el dinero o una acción, mi esperanza depende de si eso estará ahí y no se lo hayan llevado o se haya movido debido al tiempo o el clima. Pero si mi esperanza está depositada en Dios yo tengo una esperanza en alguien que es más poderoso que yo, que sabe más que yo, que está antes que yo aquí en la tierra, y que sabe cuál va a ser el final de lo que va a pasar conmigo y que además de eso sus intenciones para mí siempre son buenas por lo tanto su plan para mí lleva un final feliz Y eso me da esperanza. 

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Si se pierde la esperanza se pierde la vida. No pierdas la esperanza.  

Fuente 
https://worldofwork.io/2019/07/drowning-rats-psychology-experiments/

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