Seamos más humanos y menos fanáticos

Soy hombre y nada humano me es ajeno. — Terencio

Llevo meses viendo como el discurso de Donald Trump y sus acciones van dirigidos contra inmigrantes y contra todo aquel que no sea americano. Las redadas de ICE van dirigidas a sacar hispanos, eliminó el español de los portales de internet gubernamentales y eliminó fondos de ayuda a países del tercer mundo. Le cerró el acceso a extranjeros que quieran estudiar o trabajar y a los que viven en EEUU les monitorearán las redes para sacarlos si dicen algo que no le guste al Presidente. 

Sus acciones están dejando a gente sin trabajo, violentando derechos fundamentales y degradándolos por no ser caucásicos, porque americanos somos TODOS los que hayamos nacido en América del Norte, Central o del Sur. Pero sus acciones son aplaudidas por sus fanáticos que callan ante las injusticias. Sus acciones son vistas como buenas siempre no importa el resultado. 

¿Que puede llevar a un ser humano a volverse insensible ante el dolor y sufrimiento de otro ser humano? Hace varios días atrás cinco niños murieron como consecuencia de los cierres de programas médicos en África. Antes de eso un padre de familia fue deportado "por error" sin seguirse el debido proceso y dejaron a su esposa e hijos desamparados. Miles de empleados federales fueron despojados de sus empleos sin debido proceso y enfrentan la incertidumbre y miseria del desempleo. Todos estos actos son vistos como buenos por sus fanáticos. Que triste. Es triste que el fanatismo nuble la razón y la empatía. Es triste que el culto a un hombre vea como menos a otros seres humanos. Es más triste aún ver cristianos celebrando la injusticia. 

La Biblia dice que debemos llorar con los que lloran (Romanos 12:15) y para los que no son cristianos Terencio dijo "Hombre soy y nada humano me es ajeno." Con eso dijo que un ser humano que ve sufrir a otro debe moverse no ignorar el dolor. La compasión es un valor noble que se está perdiendo para dar paso al fanatismo. Para los fanáticos si el que sufre no es de su país, su partido o de su raza no les duele. 

Sinceramente me preocupa pues los momentos en la historia en los que seres humanos se volvieron insensibles fue ante el surgimiento de figuras como H¡tler, Stalin, Mao y otros autócratas genocidas que redujeron a sus enemigos a estorbos. Fueron muchas las injusticias y luego crímenes que se cometieron para mantener el poder. Los fanáticos de esos genocidas aplaudían porque no era a ellos ni a sus familiares a quienes les estaban violando sus derechos o quitándoles la vida. 

Cuando vean un acto de injusticia recuerden que ese ser humano es hijo, hermano o familia de alguien. Es un ser humano. ¿Cómo te sentirías si fuera a un familiar tuyo a quién le hicieran la injusticia? Seamos más humanos y menos fanáticos. 

Comments